El mural representa la importancia de lo sencillo, de lo de siempre, de que lo nuevo beba de la experiencia de los mayores y tenga alas fuertes para volar sin perder la raíz, la importancia de lo rural en nuestras vidas, de nuestros abuelos y abuelas, de sus cuentos, de sus historias al lado del fuego... La magia de lo ancestral. La importancia de que lo novedoso no pierda de vista la esencia de sus raíces, de que la evolución tenga en cuenta la memoria... De que la literatura es mucho más que grandes novelas ya que, esas narraciones de mayores a pequeños son literatura magnífica.

Este mural fue realizado por Raul Estal con un palo y una brocha en menos de un día y está rematado con una frase de Miguel Delibes. “Un pueblo sin literatura, es un pueblo mudo”.